miércoles, 29 de abril de 2015

REFLEXIONES DE UN MAL DÍA....

Si hace 5 años una pitonisa o un adivino se me hubieran aparecido y me hubieran dicho -"Te va a pasar esto, y esto otro, y aquello, y lo de más allá", y todas esas cosas fueran pequeñas tragedias que iban a darle a mi vida un giro completamente indeseable, probablemente hubiera querido riscarme en ese mismo momento.

  Por suerte,  no hubo ni pitonisa ni adivino que me pusieran en antecedentes incitándome de ese modo a una "solución final". Pero lo que si han habido, de forma inexorable, han sido todos esos hechos goteando sin prisa pero sin pausa hasta destrozar por completo la estabilidad y la zona de confort en la que retozaba como un marrano.
 Desde el 2011 hasta ahora me han pasado cosas que han vapuleado por completo mi vida laboral, social, mi ánimo, mi salud y mi esperanza. Una tras otra, las circunstancias han ido golpeando (por suerte, sin la gravedad extrema de un cáncer o algún otro imponderable de difícil solución) hasta dejar más que mellada mi capacidad para enfrentarme a las cosas. La mía o la de cualquiera.

  Sin embargo, por mecanismos que desconocía, todos esos "desastres" que me han ido pasando a lo largo de este tiempo, han encontrado resistencia y respuesta. Ni yo mismo era consciente de mi capacidad para reponerme de reveses que a priori me hubieran lanzado a una farmacia Tailandesa en busca de pentobarbital. Quiero pensar que no es más que instinto de supervivencia propio de mi condición animal, y que todos, en mayor o menor medida, estamos programados y tenemos capacidades para reponernos del infortunio.
  Sé que la vida no se acaba con un despido, ni con una mala noticia médica, ni con el final de una relación, ni siquiera con la pérdida irreparable de un ser querido. Sé que la depresión es un perro negro que muerde fuerte, pero todo perro tiene un bozal que le va a medida, y que todo agujero tiene una boca de entrada que también puede servir de escapatoria. Sé todas las cosas que te puede decir un psicólogo, un psiquiatra, un amigo o tu propia madre para levantar el ánimo. Sí, me las se todas.

  Lo que no sabía es lo grande que soy - que somos - aunque no lo sepamos. Lo que no sabía es que el ave fénix no es una leyenda, y que todos podemos recomponernos de nuestras cenizas. Lo que no sabía es que incluso, puedes ser más grande y más fuerte una vez entiendes hasta donde eres capaz de llegar.

  No se llega a pensar así fácilmente. Hay que bajar a la mierda, y en la mierda no se piensa con claridad, es parte del proceso. Pero una vez sales de ella, ya va a ser difícil que nada te haga algo más que cosquillas en el ánimo.

  Hoy mi reflexión no es para mi, que yo ya he tenido mi dosis de realidad. Es para quienes creen que su realidad es un muro infranqueable o un pozo sin retorno. No lo pienses amigo/a. Siempre hay retorno. Siempre

jueves, 2 de abril de 2015

Facebook y niños. Entre la privacidad y la paranoia

Desde que facebook irrumpiera en mi vida, es mi forma más habitual de comunicarme con la gente a la que quiero, y también con los que apenas conozco.
  Las circunstancias nos marcan el paso, y la mia es que me paso muchas, demasiadas horas, velando por un negocio donde mi forma de seguir en el exterior y relacionarme, es a través de un ordenador. Mediante él, y en permanente conexión, me mantengo en contacto con mi propia hermana, que vive en otro pais...con amigos que están a miles de kilómetros de distancia...personas con las que antes tenía esporádicos contactos telefónicos, ahora llenan las horas de mi día en un trato que se asemeja maravillosamente al propio de la cotidianidad, aunque sin corporeidad. Pero aunque no pueda olerles, puedo saber donde están, si en su ciudad hace un día bonito, si están de buen o mal humor, si les duele la cabeza o si tienen el día optimista y comunicativo. En resumen, lo más parecido a la relación que podrías tener con alguien que vive a tu lado.

  También esta plataforma me ha servido para crear relaciones nuevas, y desarrollar una "convivencia" con personas con las que, de otra manera, hubiera resultado imposible. En definitiva, éste me parece un invento maravilloso que me hace crecer, y no al contrario, a pesar de las incontables advertencias de los riesgos de facebook y las redes sociales, que algunos ven como un campo minado de depravados Y DEPRAVADAS que están al acecho para joderte la vida, bloquearte tus cuentas bancarias, robarte, averiguar donde vives, violarte y fabricar un muñeco de vudú virtual con el que arruinar tu vida entera.

  Yo he decidido vivir sin esos miedos, y es una opción personal. Respeto a quien ponga sus precauciones, aunque algunas me parezcan excesivamente paranoicas, pero si es su elección vivir así, pues adelante. Yo no. Si soy capaz de irme de marcha por Bangkok sólo y pasearme por la avenida Sukhumvit a las tantas de la mañana entrando en todos los tugurios que me encuentro con los sentidos medio desamparados por las copas, sería absurdo ponerme ahora en plan escrupuloso por poner una foto desde mi terraza de la que algún enfermo/a pudiera deducir mi dirección y venir a por mi con un machete afilado. Sinceramente, lo tendría más fácil acercándose a la plazoleta de Farray cualquier viernes por la noche a degollarme sin tener que estar planeando rocambolescas formas de acceder a mi a traves de las redes. Pero en fin, cada loco con su tema.

  Lo que pasa es que la decisión de algunas personas de ponerle un filtro a su relación con las redes, de alguna forma me afecta, porque yo también me quedo atrapado en ese filtro en el que no quisiera estar.

  Esta reflexión viene por algo. Tengo una pareja de amiguetes en Facebook que me cae bastante bien. Sin ser grandes amigos, de esos "de toda la vida", sino simplemente conocidos con algunos amigos comunes, en el último año, desde que se incorporaron a mis redes, y yo a las suyas, se han convertido en parte de mi paisaje virtual. A traves de comentarios, post, likes y demás mandangas se crea una cierta relación en la que, al menos por mi parte, también se generan empatias a través de las que empiezas a conocerles, coincidir o disentir en criterios, debatir y, en definitiva, coexistir de una forma activa. Y esa es la forma en la que creas ciertos lazos. La única en la que haces valoraciones de las personas y empiezan a caerte bien, mal o resultarte anodinos o prescindibles. Sería impensable que estas personas y yo pudiéramos llegar a empatizar si facebook no existiera, sencillamente porque en el pasado nuestras circunstancias no nos facilitaron encontrarnos, y esas circunstancias no han cambiado. Pero facebook existe, y ahora ya se en lo que trabajan estas personas, como viven, como piensan , qué problemas enfrentan, qué decisiones toman, e incluso podría aventurarme a predecir lo que pensarían sobre tal o cual asunto. Y si bien hasta la fecha no he tenido problema para conocer sus circunstancias vitales (mudanzas, cambios de trabajo, preocupaciones, soluciones, etc), ahora me quedo atrapado en un filtro.
  Hace poco que han sido padres y ahí han puesto ese primer filtro. Por algún motivo (que respeto profundamente, que quede claro), han decidido mantener al bebé fuera de facebook. Supongo que piensan que incluirlo como parte de sus vidas que es, en su actividad virtual, es una injerencia injusta que puede tener repercusiones futuras en la vida del bebé, y por tanto, lo apartan hasta que éste pueda gestionar su "extimidad" por sus propios medios.
  Entiendo que esta medida les honra y dice mucho de ellos como padres y como personas que únicamente quieren para su prole, lo que quiere todo el mundo: lo mejor. Y para ello nada más acertado que poner distancia y reflexión en cada decisión que toman. Y si han decidido honestamente que esto es lo mejor que pueden hacer, yo no tengo nada que objetar, faltaría más.

  Pero yo no lo haría, sinceramente. Creo que un hijo es una parte de ti, con tu cotidianidad y tus circunstancias , y que absolutamente todas las decisiones que tomes con respecto a tu vida, le van a afectar sin que eso signifique que en un futuro, tenga derecho a recriminarte nada, salvo que hubieras sido claramente negligente hacia sus intereses. Y no creo que sea el caso. Desde el colegio que le elijas, vivir en la ciudad o en el campo, dejar que se le acerquen los animales, o la música que va a oir en la salita de casa, todo ello va a influir de una manera u otra en esa personita. Los amigos que tengas, los asaderos a los que vayas llevándole contigo, las películas que elijas en el cine en incluso la marca del coche que decidas comprar, van a ir modelando el devenir de esa existencia. Para bien o para mal. Y se supone que todo lo que hagas, lo harás para bien. Y esa personita tendrá como primeras relaciones en su vida, las que tengas tú.
  Por eso no se muy bien qué sentido tiene apartarle de tu vida virtual, como si eso supusiera un riesgo o una injerecia en su desarrollo personal futuro. No me imagino a un adolescente echándole en cara a sus padres que lo criaran oyendo música de eric clapton en el salón en vez de a Mozart, porque eso ha mermado sus posibilidades artísticas. Ni que lo llevaran de asaderos los domingos en vez de a recepciones con el embajador, ni que lo trasladaras en un simca1000 en vez de en un mercedes, ni por supuesto, que un día colgaras en las redes una foto tuya con él violando de esa forma su privacidad como si eso fuera a condenar su existencia y te convirtiera a ti en un mal padre.
  El respeto hacia los hijos es delicado y debe ser exquisito, pero debe ser recíproco, y cuando crezcan , ellos deben saber aceptarlo y respetar que sus padres sólo compartieron como entendieron mejor, una felicidad que querían exponer y no esconder por los miedos que fueran. Porque todo lo que se hace con un miedo de fondo, generalmente es un mal negocio.


martes, 24 de marzo de 2015

Bybike LPA. Historia de una frustración

Vivo cerca de Mesa y López y trabajo cerca de la plaza de las ranas.
  Soy de los afortunados cuyos principales lugares de concurrencia están en el cetro de la ciudad,separados por una linea recta y en llano, con lo cual mis problemas de movilidad son mínimos. O eso pensaba yo.
  Como es lógico para una persona de mi edad y con esas condiciones territoriales, el transporte más efectivo, ecológico, sano y barato es la bicicleta.
  Lamentablemente, en 4 meses me han robado ya 2 bicicletas. Nadie tiene la culpa de eso, salvo yo mismo, porque sabiendo que la ciudad está plagada de chorizos - y de gente que si ser chorizos está desesperada -, no invertí en sistemas antirobo más caros y potentes, dejando mis bicis en custodia de unas ineficaces líneas de acero de 5 mm. que al parecer son pan comido para los robos. Pero es que ciertamente me daba grima gastarme casi 50€ e un antirobo atómico para unas bicis que no pasaban de 70€. En cualquier caso, culpa mia, lo asumo.
  Indeciso sobre comprarme una tercera bici, veo que el ayuntamiento anuncia a bombo y platillo la puesta en marcha del servicio Bybike, gratuito y gestionado directamente por el Ayuntamiento, sin itermediarios al menos "de momento".
  Conozco mi ciudad y la gente que la habita, de modo que intuyo que esto será una medida electoral más, y que después de las elecciones, cuando ya se hayan apuntado el tanto de la puesta en marcha del servicio, si continúa el mismo consistorio, se lo adjudicarán a una empresa privada, y si hay cambios, pues que el marrón se lo coma el que llegue. En cualquier caso lo más previsible es que en cosa de 3 o 4 meses las bicis estén inservibles y el servicio abandonado, o bien en manos privadas que ya se encargarán de cobrar por él, funcione bien o mal. Ojalá me equivoque.

  Pero el caso es que pensé en disfrutar del servicio mientras dure, aunque sea poco, y mientras tanto voy ahorrando para la tercera bici y su candado atómico. E ilusionado como un chiquillo chico, procedo a informarme sobre el protocolo para convertirme en un orgulloso usuario.

  Bybike LPA es muy activo en redes, aunque sólo para autobombearse, de modo que acudo a su Facebook para informarme de todo y actuar en consecuencia. Y ahí empieza mi ginkana de sisabores:

 1-. Anuncian que el servicio comenzará el 23 de marzo, pero que uno puede hacer una preinscripcion en las oficinas de sagulpa o en las oficinas de guaguas municipales desde el día 19, y activar su tarjeta LPAmovilidad. También puede uno inscribirse por la web para agilizar los trámites, pero a las oficinas hay que ir sí o sí para la activación de la tarjeta. Pues nada, me inscribo vía web, y el 19 me planto en la oficina de guaguas del teatro, que es la que mejor me viene por proximidad al curro. Y allí la señorita de ventanilla me dice que naranjas. Que aún ellos no lo hacen y que tengo que ir a las oficinas de sagulpa, que me quedan a tomar por saco. Primera pérdida de tiempo. Lo digo en el Facebook, y me piden disculpas. Vale. Yo prefiero esperar al día 23 que desplazarme a las oficinas citadas, pero antes pregunto si a través de la aplicación para móviles se pueden desesenganchar las bicicletas. Me dicen que sí, pero resulta que tengo un Iphone, y la aplicación aún no está disponible para IOS. Me vuelven a pedir disculpas que, diligentemente, me vuelvo a envainar.

 2-. Espero al día 23 y voy tempranito a la oficina de guaguas otra vez, donde esta vez sí, me dan de alta y me activan la tarjeta. Privao me quedo. Y de nuevo como un chiquillo chico acudo raudo a la estación de bicis más cercana, que es la del gabinete literario. Son las 9:35 del día 23, y al llegar no hay ninguna bici en la estación. Me extraña que la gente sea tan madrugadora, y me pongo en contacto con Bybike a ver qué pasa. Me dicen que por la lluvia, la estación está inactiva porque no tiene suministro eléctrico y que por eso no han puesto las bicis, pero que el técnico está en camino. Yo que, insisto, conozco mi ciudad y la gente que la habita, ya deduzco que este problema lo tienen desde el día anterior, y lejos de informar de él por el facebook para que la gente no pierda el tiempo, se lo callan y nuevamente piden disculpas que me vuelvo a envainar. Parece que el facebook solo sirve para contar mentirijillas atocomplacientes. Como también sé que eso de que "el técnico está en camino" no es más que una mentira "piadosa" (en esta ciudad un técnico NUNCA está en camino, y si lo está es el camino de la aldea), desisto y lo dejo para mañana. Bastante tendrá el "técnico" con atender los miles de problemas que da este ciudad un día de lluvia como para venir cagando leches a arreglar una parada de bicis. Efectivamente mis pronósticos se cumplen, y a las 21:30 de la noche del día 23, la parada seguía inactiva. Me piden disculpas que me vuelvo a envainar. Y yo ya lo dejo todo para el día siguiente.

 3-. día 24. Me hago un plan que consiste en coger una bici en la estación de torre las palmas para ir al trabajo. La intención es dejarla en la estación del gabinete, pero como sospecho que esta estación todavía estará inactiva (como así ha resultado ser) y no quiero verme llegar hasta allí para no poder anclar la bici y tener que volver hasta la biblioteca de la avenida caminando más que un tonto para ir de nuevo a mi puesto de trabajo, decido que la voy a dejar directamente ahí, en la biblioteca y luego camino por triana hasta el curro. El caso es que llego a torre las palmas y veo todas las bicis colocaditas. Huy, mal rollo. Vamos a probar. Y efectivamente, la estación no funciona. Nigún tótem reconoce mi tarjeta y ahora no se si es que la activaron mal, o que simplemente la estación está rota. Llamo al teléfono de averias y lo comunico, pero allí tampoco saben cual es el problema. Me piden disculpas que me vuelvo a envainar y me istan a que llame al teléfono de información y que reclame. Eso hago, y cuando le he explicado el problema al señor que me atiende, aprieto el paso hasta la estación del ayuntamiento para ver si somos capaces de esclarecer si el problema es de la estación o de la tarjeta.

 4-. Llego al ayuntamiento y veo algunas bicis, pero no todas, por lo que deduzco que alguien las está usando. Pruebo en el primer totem y MILAGRO!!!! funciona!!! y desengancho la bici. Mi tarjeta funciona!!! Me subo todo privao y no pedalea. Me bajo y veo que la cadena está suelta. Intento recolocarla yo mismo, pero las placas publicitarias me impiden acceder al piñón trasero, y no llevo herramientas encima. Vuelvo a enganchar la bici y llamo para dar parte. Me vuelven a pedir disculpas que me vuelvo a envainar, y pruebo de coger otra bici, pero vaya, ningún otro tótem funciona, y tienen la pantalla led llena de agua.  Me vuelven a pedir disculpas que me vuelvo a envainar. En este punto ya estoy un poco mosca porque voy a llegar tarde al curro, e imagino que mi interlocutor al otro lado del teléfono lo percibe, por lo que me sugiere que sea comprensivo, que es el segundo día y tal y cual. Le digo que sí, que comprensión toda la del mundo, pero que ya estoy un poco cansado de tantas disculpas, y si no pueden garantizar el servicio, pues que no lo anuncien a bombo y platillo sin comentar las incidencias, porque lo que es a mi, ya me han jodido la mañana. El señor insiste en su táctica de hacerme parecer un pejiguera sin empatía que se queja sin ninguna comprensión, y de ese modo de alguna forma me traslada las culpas de lo que pasa. En ese punto, lo mando todo a la mierda y me voy a coger una guagua, porque mi jefe no es tan comprensivo como los señores del ayuntamiento cuando alguien llega tarde.

  Conclusiones:
   Señores de Bybike, yo comprendo su ansia por iniciar el servicio y que sea exitoso, pero deberían tener la gallardía de reconocer que las cosas no están funcionando, y que la excusa de "es el primer día" no vale para todo. Nadie puede preveer todos los problemas, pero sí puede ser diligente a la hora de resolverlos, y ustedes no lo están siendo. La culpa de que la lluvia estropee una estación puede disolverse en "los imponderables del destino", pero la falta de diligencia para resolverlo y activar la estación con brevedad no tiene excusa posible. Es, simplemente, desidia o incompetencia. O las dos cosas.
  Se ha de estar a las duras y a las maduras, y si las cosas se les van de madre y no pueden garantizar el servicio, lo mínimo es, primero, reconocerlo, y luego advertirlo, porque si no los ciudadanos nos quedamos expuestos a problemas que realmente nos causan un estropicio diario.
  Parece estar claro que hoy por hoy, el servicio Bybike puede ser una alternativa un domingo que no tienes prisa y que si no funciona, no pasa nada. Pero de ninguna manera puedes tratar de verlo como una alternativa de movilidad porque sencillamente no funciona, y cuando lo necesitas no está disponible, arriesgándote a llegar tarde a un trabajo que estando como están las cosas, no está como para jugárselo. De modo que alternativa, ninguna.
  Mañana no volverá a pasarme, porque no puedo arriesgarme otra vez a que la estación de torre las palmas no funcione, a que la del gabinete siga parada y volver a retrasarme de nuevo. Con lo cual, a seguir tirando de guagua, y si se tercia, ya me daré un paseito en bici Bybike el domingo, sin apuros.

  Guárdeme una cria, oiga. Y ahora acúsenme de incomprensivo.

sábado, 7 de marzo de 2015

Ay mi Gran Canaria!

Cuando pasas años viviendo fuera, haces amigos que tarde o temprano, quieren venir a visitarte a tu tierra. Normalmente todo el mundo se hincha de orgullo patrio cuando foráneos se interesan por venir a conocer tu patria chica, pero para ser sinceros, a mi cada vez que uno me venía con la cantinela, me entraba el pánico.

  He tenido que hacer de cicerone en este desdichado peñasco demasiadas veces ya, y siempre se repite la misma historia: Gente que viene con una preconcebida idea del paraiso, y que en cuanto pone las patas sobre la isla, se le cambia la mueca de ilusión por una de decepción que a mi, particularmente, me derrota. Ahora ya cada vez me duele menos, pero también es cierto que he tratado de variar mi estrategia e intento no mentir. Si me preguntan que cual es la isla más bonita para visitar, siempre respondo que todas tienen sus cosas, pero les recomiendo Lanzarote o La Palma. Con esa estrategia ya me quito de encima a unos cuantos, y además no miento. Pero la tragedia viene cuando ya han decidido que vienen a Gran Canaria, y más concretamente, a Las Palmas. Entonces no me queda otro remedio que, dependiendo del grado de compromiso con los interfectos, programar unos dias de excursiones a los lugares donde pasar la menor verguenza posible.
  Normalmente el itinerario ya lo tengo protocolizado:  Día 1:Teror-Valleseco-Moya-Fontanales. Día 2 Sureste pasando por Guayadeque- Maspalomas-Mogán. Día 3: Agaete. Lo demás se improvisa en función del tiempo y las ganas.
  De entrada, al recogerlos en el aeropuerto y de camino hacia Las Palmas, ya empiezan los primeros inocentes comentarios que no puedes acallar de ninguna forma. " es seca la isla, ¿no?". Ese comentario que intenta disimular la primera decepción sin resultar maleducado. Y ahí despliego el argumentario oportuno del "continente en miniatura....esto que ves no es toda la isla...la variedad climática y paisajística, bla bla bla....". Y como siempre, el interlocutor hace un acto de fe e intenta creerte mientras ya barrunta en silencio que venir ha sido un error.
  La entrada en la ciudad no mejora mucho las cosas. Y menos en los últimos tiempos, donde los que venian al paraiso lo primero que ven en nuestra bahia son un montonazo de plataformas petrolíferas y superpetroleros adornando el horizonte. De la ciudad, mejor no hablar. De hecho, no se habla. Van en el coche mirando por las ventanillas y en silencio. Un educado silencio basado en "si no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada".
   El 99% del tiempo, Las Palmas está nublada, de modo que es muy probable que tus visitantes hayan llegado un día normal y corriente, donde Mordor hace gala de su poderío. Normalmente el comentario no tarda mucho en llegar "vaya, hemos pillado un día malo". Y tú sólo tienes tres opciones: callarte, mentir, o decir la verdad. Yo antes mentía, ahora callo. Mentir no sirve de nada cuando sabes que se van a pasar una semana en la ciudad y no van a ver el sol en ella, de modo que mejor callarse. Decir la verdad no es oportuno tampoco, porque la sinceridad es una virtud que a todo el mudo le gusta hasta que alguien la pone en práctica, y siempre acabas quedando como un cretino.

     Una vez instalados, les llevas a dar una vuelta por los lugares emblemáticos de la ciudad. Vegueta, catedral, casa de colón, Triana.....y luego paseito por las canteras. La zona alta la evitas de todas las formas posibles. Normalmente el casco histórico les gusta. La playa de las canteras...psé. Nosotros vivimos en el yupilandia de "la mejor playa urbana del mundo", pero lo cierto es que a la mayoría de la gente un poco viajada, Las Canteras no suele parecerles nada fuera de lo normal. Y eso si los encauzas convenientemente por la avenida, porque como se te ocurra hacerles callejear por los aledaños de la playa, se mueren de asco. Todos sabemos el estado y el aspecto de las calles aledañas a la playa, pero es mejor que nuestros invitados siga ignorándolo.
  Intentas centrar la conversación por la playa en el tema climatológico. Las suaves temperaturas anuales que permite disfrutarla todo el año y bla bla bla... Por supuesto, omites que el agua está helada entre octubre y mayo, y que nadie en su sano juicio, excepto los finlandeses y suecos se meten ahí por voluntad propia. Y tampoco les dices que esta bonita playa sólo tiene sol en septiembre-octubre, porque el resto del año es un lugar tenebroso y permanentemente nublado. Y salvas como puedes el expediente. Aunque sabes de sobras que en los días que están aquí y que no puedas escaquearte del trabajo para acompañarles, ellos acudirán a las canteras a terminar de decepcionarse y abandonar la isla con el comentario de siempre: "lástima que hemos pillado mal tiempo..."

   Los días de excursiones (que apunté anteriormente), se salvan con cierta dignidad. Tú te esfuerzas en que las medianias salven la imágen de isla frondosa y semi tropical que ellos esperaban, aunque es imposible mitigar la estampa de territorio super poblado y arquitectónicamente aberrante. Todas nuestras carreteras están jalonadas de casas garageras, cuadradas, con azotea y bloque visto. Es difícil concentrarles en la arquitectura típica canaria de caserío blanco con tejas, cuando el 99% de lo que ven circulando con el coche son esas horribles barriadas enteras de cajones desconchados por todas partes. Y ellos lo ven, no te quepa duda. Pero vuelven a callar educadamente. Por suerte, la ruta centro, con el Roque Nublo y demás, les despista un poco y la belleza de algunos barrancos permiten que tu verguenza descanse un poco. Pero solo un poco.

  El día que vas al sur quisieras ponerles una venda en los ojos hasta que tuvieran delante las dunas de Maspalomas, pero es imposible, de modo que se maman toda la agreste autopista hasta llegar a esa locura turística que es Playa del Ingles, donde al llegar te miran como diciendo "Pero tio, nos has traido a guirilandia?". No obstante, cuando consigues llegar a las dunas se les pasa un poco el disgusto. Pero solo un poco. Si continuas hasta Mogán, tienes que mamarte los comentarios y las caras al pasar por Puerto Rico. Cuando ven ese barranco forrado de azulejos se les nota en la cara lo que están pensando. Y la conversación se centra en el daño que le ha hecho el turismo a esta tierra y bla bla bla..... Por suerte en la ruta sur no tienes que estar buscando excusas con el tiempo, porque el sol está garantizado.

  La ruta Norte hasta Agaete es más de lo mismo. Tú les vendes un entrañable pueblecito de pescadores, pero al llegar, después de una ruta de nuevo jalonada por lo más mediocre de la arquitectura suburbial arábiga, lo que ven es un puerto cada vez más agresivo con su Fred Olsen capitaneando las vistas, y una guirilandia llena de restaurantes de pescado congelado y paella en primera fila. Y una preciosa playa de piedras negras en la que curiosamente, no son capaces de apreciar la belleza que le encontramos los oriundos de la isla. Les diriges la mirada hacia la punta de la aldea y la bonita cordillera de cola de dinosaurio para que se entretengan sacando fotos y no miren mucho lo demás.

  En definitiva, me agota ser guía de mi isla, y cada vez entiendo más a los avezados touroperadores que cuando venden canarias, se limitan a vender sol y playa, ofreciéndoles a los turistas unos paquetes que se limitan a pasar 10 días encerrados en el sur, a ser posible en un TI, y sin más aspiraciones aventureras que ir del apartamento a la playa. Nuestros touroperadores lo tienen claro, y saben más que los ratones coloraos. No van a arriesgar el negocio por ir quedando patrióticamente bien.

 Ay, mi Gran Canaria!!

martes, 24 de febrero de 2015

virgencita, virgencita.....

Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy....

  Nunca me pareció una plegaria razonable, por conformista y pusilánime. Pero es que parece que esta forma de entender las cosas se ha instalado con cimientos en nuestra idiosincrasia isleña.

  Hace unas semanas, un amiguete me comentó por Facebook la celebración de un concurso de proyectos empresariales dirigido en exclusiva a emprendedores de las islas, patrocinado por una marca comercial y con el soporte técnico de una reconocida escuela de negocios. Nada menos que 30.000 eurazos distribuidos en tres premios a los mejores proyectos, a una media de 8.500€ por proyecto. Dinero a fondo perdido que no hay que devolver y como única condición que fueran capital semilla para dichos proyectos.

   Uno suele desconfiar de estas convocatorias, porque esos dineros circulantes de los que nadie rinde cuentas, han sido tradicionalmente usados en las épocas de vacas gordas para comisionar a este o aquel, y los premios ya están dados antes de celebrarse el concurso. O eso creía yo. Pero mi amigo me aseguraba de que este no era el caso, y que conviene presentarse porque -textualmente- "aunque no te lo creas, se entera poca gente, y de los que se enteran pocos lo hacen porque en esta isla la gente es así, de quejarse mucho pero trabajar poco".
  Como canario, me resulta incómodo y doloso dar crédito absoluto a una afirmación semejante, pero siendo sincero, no parece una idea descabellada. Y menos en los tiempos que corren , con tanta gente habiendo perdido su empleo y con serias dificultades para encontrar otro, quedando para muchos una única alternativa viable, que es la de emprender.

  Como yo hace tiempo que ya me vi en la necesidad de emprender, y como tengo proyectos entre manos, estudié las bases de la convocatoria y me parecieron asumibles en tiempo y forma, de modo que me planté en dicha escuela de negocios a testear si mi proyecto tenía alguna posibilidad de competir, porque lo que no me apetece es perder el tiempo.
  Me atendieron maravillosamente, de forma personalizada y sin prisas. Evaluaron mi propuesta y me dijeron que entraba de lleno en las características de la convocatoria, y que debería de intentarlo. Me puse manos a la obra, y en unos días tenía el proyecto redactado y las hojas de inscripción perfectamente completadas.

  Dado que la convocatoria tiene tan buena pinta, y mi proyecto está bien planteado y defendido, no me preocupa competir con nadie, es más, me estimula, de modo que en mi facebook personal publiqué las bases y animé a mis contactos a presentarse, sabedor de que hay muchas personas en situaciones difíciles que tratan de buscarse la vida.
  Pero para mi sorpresa, las afirmaciones de mi amigo resultaron ser descorazonadoramente acertadas. A falta de un día para cerrarse la convocatoria, sólo se habían presentado 5 proyectos, incluyendo el mio.

  No pasa un día sin que un amigo/conocido me relate amargamente lo mal que lo está pasando, la falta de ayudas, las dificultades para todo... y no dudo de la sinceridad de todos ellos ni de lo veraz de sus quejas. Por eso no me cabe en la cabeza que seamos tan "pachorruos" de dejar escapar oportunidades así, y no encuentro otra forma de justificarlo, que concluir que somos un pueblo de aplatanados, siempre con la queja en la boca pero con muy poco o nulo ánimo de sentarse a trabajar y esforzarse por objetivos.

  Yo no se lo que pasará con mi proyecto, si ganará uno de los premios, o lo mandarán a la basura a la primera, o hay otros sencillamente mejores. Pero desde luego, no podía dejar escapar la ocasión de, al menos, intentarlo. Y no me entra en la mollera que con tanta carencia, tanta dificultad y tanto paro, la gente se haya instalado en la pasividad y la falta de iniciativa de esta forma tan vergonzosa.

  Virgencita, virgencita....échame los cables que puedas, pero a mi quieto no me vas a ver.

lunes, 23 de febrero de 2015

la farsa de las drags

Recuerdo las primeras galas Drags de la ciudad de Las Palmas. Bueno, llamarlas "galas" quizás sea demasiado. Aquello eran pseudo-espectáculos de escala en Hi-Fi que empezaron a organizarse en el escenario de Sta. Catalina a petición de un grupito de locas que reivindicaban un espacio para hacer el show con el que imitar la moda trans del momento, inspiradas en "Priscilla , la reina del desierto".

  Al Ayuntamiento de entonces no le importó marcarse el punto de ceder el escenario unas horas (de tarde) por aquello de "el carnaval del pueblo", pero eso sí, en horario de mínima audiencia y a condición de que no armaran mucho jaleo.
  El perfil de la Drag de entonces era muy distinto al de ahora. Eran las mariquitas del barrio de toda la vida, que encontraban su minuto de gloria subidas a sus taconazos en el parque de Santa Catalina haciendo gala de lo que es la travesti isletera de toda la vida: Histrionismo, ordinariez, esperpento, palabrotas y unos demenciales "max-mix" musicales aderezados con expresiones soeces cuanto más bastos y "amaurados" mejor.
  El perfil del público era parecido. Familiares, amiguetes y vecinos que iban a echarse unas risas con y DE las Drags. Era el morbillo de ir a descojonarse de las mariquitas del barrio. Esa sana costumbre tan nuestra de reirse de un tercero que se presta a hacer el ridículo sin complejos. Y allí se plantaban, con las fiambreras de tortilla y los clipper de fresa a echar la tarde partiéndose la caja con las ocurrencias de esos personajes que el resto del año hacían lo mismo, pero en las oscuras aceras de guanarteme al caer la noche, y con el desprecio solapado del resto de la ciudad, que las identificaba con un sórdido mundo de drogas, prostitución y calamitosas vidas llenas de penurias personales. Pero ese día, podían ir a reirse abiertamente de ellas, con su complicidad y con aplausos.

  Y ocurrió lo que nadie se esperaba que ocurriese: de repente las galas drags resultaban más divertidas, cachondas y desternillantes que los ya encorsetados espectáculos consagrados de las fiestas. Reinas, murgas y comparsas se descubrieron entonces como una pesadez muerta de institucionalización, frente a unas locas deslenguadas que redotaron al carnaval de la retranca humorística de esta tierra, lejos de sofisticaciones, donde la arenga más aplaudida, vitoreada y equilibrada era algo así como "Fefa, cómeme el coño". Y se desató el boca a boca. Y los shows empezaron a correr como la pólvora de boca a oreja. Y en unos poquitos años, ya el fenómeno se convirtió de gala proscrita, a contar con la simpatía de la gente que afirmaba sin pudor "La gala de las drags es mucho más divertida, mi niña, yo paso de las reinas". Y es que la fórmula ordinariez-burla-improvisación, siempre ha sido un éxito previsible por estas latitudes. Lo que esta vez, se nos fué de las manos.

  No tardó la intelectualidad progresista de la ciudad en darse cuenta del fenómeno. Y nuestra numerosa comunidad gay ilustrada no tardó en ver el potencial del evento, arrancarle toda la caspa, y transformarlo en un evento cultural de primer orden con más capas de maquillaje de las que las propias drags usaban. Poco a poco fueron tiñéndolo todo de un glamour "transgresor" europeista. Puliendo el lenguaje, sofisticando las "performances", y dotando al fenómeno de una calidad técnica-artística warholiana que lo pusiera a la altura de cualquier innovación salida del mismo centro de Manhattan. Hecho esto, se procedió a la corrección moral del nuevo concepto. Ahora ya no se va al parque a reirse de y con las mariquitas. Ahora se va a rendir un merecido homenaje a nuestra sacrosanta concepción libertaria de la igualdad de género y el respeto a la diversidad, la aceptación y el abrazo incondicional a las diferentes formas de entender la vida y el amor. Aquella mariquita ordinaria salida de la isleta, centro de todas las burlas y bullyngs escolares durante toda su niñez, era reconvertida en paradigma de nuestra tolerante, igualitaria, europeista y muy civilizada forma de entender el mundo. Una sociedad acostumbrada a tratar al trancazo a sus maricones, reirse de ellos, humillarlos, daba el giro hacia la excelencia moral autoproclamándose como el faro de la tolerancia. Y algunos, se lo creyeron.

  En 4 ó 5 ediciones, el público isletero empezó a darse cuenta de cómo una vez más, les habían comido el terreno por los pies, y esas galas de drags andróginas, exquisitas, sofisticadas y "transgresoras" ya no les hacían ni puta gracia. Y empezaron a sentirse estafados porque ya no habían risas, ni chistes verdes, ni ordinarieces, ni histrionismo, ni nada de nada. Y ellos, y las propias drags originales llevan ya un par de años reclamando el espacio que ellos crearon, retomando la vieja y original fórmula de "Estoy aquí para cagarme en todo y que se rian de mi, que soy la mariquita del barrio". Y hemos visto cómo vuelven a recuperar terreno las escalas en Hi-Fi hechas con dos casettes y llenas de barbaridades, chumba-chumba, reaggeton y palabrotas, porque si no, no hace risa.
  Mientras tanto, los presentadores de las galas siguen hablando de epicentro de la tolerancia, la diversidad y lanzándole al mundo catódico un mensaje edulcorado y tapando como pueden que esto sigue siendo la isleta en estado puro, que lo que nos mueve, y lo que nos hizo crear a las drags, fué nuestra muy humana tendencia a la burla y al esperpento. Que ninguna familia canaria quiere en su seno a un hijo Drag, aunque cuando le sale, pues qué va a hacer sino quererlo y defenderlo a sabiendas de que el resto le va a crujir por todas partes, y que Feluco, el de la isleta, como vea a su hijo subido a unas plataformas, lo primero que le viene a la cabeza es largarlo detrás de la barra antes de que sea tarde.
  pero el resto, nos lamemos las heridas presumiendo ante el mundo de una sociedad tolerante y transgresora, pero a la que en cuanto le rascas un poquito el barniz, le rebrota la caspa.